Ayuda a disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas. Disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Disminuir el riesgo de tener presión arterial alta. Disminuir el riesgo de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca.